Cardiología Pediátrica

Cardiología Pediátrica

Una consulta con un cardiólogo infantil puede ser derivada por un médico o por un padre. Por lo general, su médico de cabecera solicita una consulta con un cardiólogo pediátrico cuando determina que su hijo puede tener una afección cardíaca o una enfermedad relacionada con el corazón. Esto también puede incluir situaciones en las que usted o su médico de cabecera sugieran que tiene una segunda opinión. Muchas veces, un padre o un miembro de la familia puede escuchar acerca de nuestros servicios y desear programar una cita o “autorreferirse” ellos mismos o un miembro de la familia. Esto también es aceptado y lo ayudaremos con las autorizaciones necesarias para su seguro u oficina de atención primaria.

Un cardiólogo pediátrico es un médico que se especializa en diagnosticar y tratar afecciones cardíacas. Estas afecciones incluyen aquellas con las que nace un bebé o “defectos cardíacos congénitos: (CHD) que se explican en su totalidad en la Biblioteca de educación para pacientes. Su médico de atención primaria puede escuchar un “soplo cardíaco” que es muy común y no es para preocuparse. Sin embargo, a veces los “soplos” pueden ser un defecto congénito no detectado o un “agujero en el corazón”.

Su cardiólogo pediatra también tiene experiencia en el análisis cardiológico preventivo y la detección de “factores de riesgo cardiovascular” tempranos, que son afecciones de salud personal que pueden ponerlo en riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca más grave. Estos incluyen: obesidad, colesterol alto, presión arterial alta o diabetes tipo II. También tiene un mayor riesgo CV si tiene un familiar con una de estas afecciones o, especialmente, alguien que murió antes de los 55 años de edad de un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular u otras complicaciones de la diabetes tipo II como insuficiencia renal.

Su hijo, su familiar mayor o usted mismo durante su visita completarán un historial médico personal y familiar, tendrán una consulta inicial completa de cardiología pediátrica o para adultos. Esto comienza con la toma de “Signos vitales”, incluida la altura, el peso, el índice de masa corporal (IMC), la presión arterial en dos brazos y algunas veces, un pinchazo en el dedo para detectar las marcas (azúcar y colesterol). Usted o ellos tendrán la oportunidad de hablar con el médico y decirle cuáles son sus preocupaciones. Él completará un examen físico, revisará sus laboratorios e historial personal y familiar y cualquier registro del paciente que él nos provea. Esto ayudará al médico a decidir si se necesitan otras pruebas de diagnóstico, como un ecocardiograma.

Una vez que se hayan completado todas las pruebas, su cardiólogo se sentará con usted, le explicará cualquier hallazgo anormal que usted, su hijo o un miembro de su familia puedan tener, responderá todas sus preguntas y lo ayudará a comprender las opciones de tratamiento, los riesgos involucrados y las medidas preventivas que puede tomar para reducir sus posibilidades de enfermedad cardíaca.